Finalmente, el ejecutivo ha aprobado un mecanismo de fijación
de precios provisional, solo válido para el primer trimestre de 2014, es decir,
un parche improvisado para capear el temporal y dar tiempo a la ciudadanía a que
asuma el incremento de la energía, que posiblemente continúe después de los
tres primeros meses del año, esperemos que ya con un método algo más pensado y
sensato (escaso consuelo).
Los políticos, a su aire
Es curioso que el gobierno del PP, con el ministro de
energía José Manuel Soria a la cabeza, se erija ahora en salvador ciudadano,
evitando (de momento) el enésimo tarifazo eléctrico para el nuevo año, que
supondría un (otro) duro golpe para la economía familiar española. Y lo es
porque este mismo gobierno ha encarecido repetidamente la luz desde todos los
frentes posibles durante sus dos años de mandato.
El problema es que no ha sido el único. En los años
precedentes, fue el gobierno socialista el encargado de elevar la electricidad
al nivel de artículo de lujo. Esto sirve para que unos y otros se echen la culpa mutuamente de las subidas de la energía, mientras a los ciudadanos no nos
importa absolutamente nada quién sea el principal responsable, ya que estamos
demasiado atareados pensando en cómo hacer frente a los constantes encarecimientos
del recibo.
Pero este es el método que utilizan los partidos
mayoritarios para excusar la corrupción, las subidas de impuestos, la retirada
de ayudas sociales, los recortes en sanidad y educación… Si antes lo ha hecho
otro, están perdonados. Total, para qué cambiar a estas alturas si no van a dejar de ganar las elecciones.
El PP presumía el pasado jueves a todo gráfico de que el
PSOE subió la luz durante su mandato (2004-2011). En las imágenes, obviamente,
también se aprecia la subida de 2012, la mayor de todas ya con los populares en
La Moncloa, así como las varias de 2013, cuatro en total, que contrarrestan la
bajada de abril (en el global del año la electricidad ha vuelto a subir). Acaso
piensan que esto consuela a alguien o que tienen menos culpa porque el gobierno
precedente lo haya hecho igual, pero la realidad es que, por unos y por otros, la
factura eléctrica no deja de incrementarse de manera alarmante y los españoles
lo sufrimos año tras año.
El acumulado desde 2004 sale por encima del 64%. La culpa de
estas subidas está repartida entre el gobierno (Zapatero primero y Rajoy
después) y las compañías. La repercusión no lo está tanto: los ciudadanos
pagamos un 64% más de electricidad que hace diez años (más si sumamos la subida
del IVA del 16% de entonces al 21% actual, sin tener en cuenta la pérdida de
poder adquisitivo de muchas familias, que en algunos casos puede considerarse
desplome). ¿A alguno de vosotros le ha subido el sueldo un 64% en la última
década?
De momento, la Comisión Nacional de los Mercados y la
Competencia (CNMC) ha invalidado la subida del 11%, pero esta noticia no debe
despistarnos, el dato queda ahí y de una forma u otra terminaremos pagando
ese incremento. Para empezar, un 1,4% más en el coste de la energía y un 0,9%
en la parte regulada por el gobierno, es decir, los peajes. Tras la amenaza del
11%, ahora nos parece música para nuestros oídos.
Energías renovables
¿Y qué hay de las energías renovables? ¿Sabéis cuáles son?
Os refrescaré un poco la memoria, esos antojos de los ecologistas que solo son
rentables con subvenciones gubernamentales y que nunca podrán competir con los
combustibles fósiles o la energía nuclear. Pues bien, caprichos del destino, la
ciclogénesis explosiva que barrió la Península Ibérica los días de Nochebuena y Navidad ha disparado tanto la producción de energía que ha llegado a desplomarlos precios (dejad de saltar, jamás lo veremos reflejado en la factura).
Es lo que ocurre cuando la energía se obtiene a partir de
una fuente gratuita e inagotable como es el viento. Si dispusiéramos de más
instalaciones y hubiese un interés claro por fomentar las renovables, seguramente
esto ocurriría muy a menudo y la luz sería más asequible para la población. De
hecho, la energía eólica ha sido la principal contribuyente al sistema eléctrico español en 2013.
La conclusión para el ciudadano es una nueva subida de la
energía, venga de donde venga. Ahora nos toca ahorrar, optimizar nuestro gasto
y ampararnos en el consumo responsable para ajustar al máximo el recibo de la
luz, algo que ya estamos haciendo a tenor del descenso de la demanda por tercer año consecutivo.
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