Ordos es una ciudad-prefectura de China. Está situada en la
región de Mongolia Interior, una división administrativa localizada en la
periferia del país vecino. Ordos se hizo mundialmente famosa hace tres años, con
un reportaje de Al Jazeera que relataba su realidad.
El desmesurado crecimiento económico, que se creía infinito
hasta el comienzo de la crisis, llevó al gobierno chino a la construcción de
una nueva ciudad que representara el poder monetario del país, una suerte de
Dubai en pleno Desierto de Ordos, una extensión al sur del conocido Desierto de
Gobi.
Si bien es cierto que la economía china estaba potenciada
por unos estímulos del gobierno cifrados en 585.000 millones de dólares, con
inversiones de 220.000 millones en infraestructuras o 200.000 millones en la
red ferroviaria nacional. Esto mantenía a la economía a flote, pero de detuvo
en 2010 cuando el país empezó a verse también afectado por la recesión mundial.
Esta es la imagen promocional en la web del distrito de Kangbashi. |
El distrito de Kangbashi, situado muy cerca de la histórica
ciudad de Ordos, se erigió como símbolo del poder chino. Una ciudad pensada
para más de 1 millón de habitantes, con lo último en arquitectura, tecnología e
innovación, con unos precios en la actualidad prohibitivos pero posibles en una
economía con un crecimiento teóricamente imparable.
Una ciudad que, a día de hoy, apenas llega a los 30.000
habitantes, que está prácticamente vacía. Grandes avenidas sin coches, grúas de
construcción sin movimiento, casas deshabitadas, estatuas que nadie contempla.
Ese es el panorama de la “ciudad del futuro”. Para colmo, los precios de las
viviendas no han caído apenas, con lo cual las expectativas de repoblación son
escasas.
El aspecto de las vacías avenidas de la nueva Ordos. |
El motivo de la riqueza de esta región radica en los
yacimientos minerales, por lo que ha sido denominada como la Texas de China. El
estado norteamericano también es famoso por sus numerosos recursos, en este
caso petrolíferos. Lo que a Ordos le ha dado la riqueza ha sido el carbón. La
prefectura tiene la segunda renta per cápita más alta de China.
La vieja ciudad de Ordos, la histórica, es una urbe
bulliciosa, llena de vida, con sus atascos y su gente caminando de un lado a
otro. En 2010, el censo arrojaba unos datos cercanos a los 2 millones de
habitantes. ¿Por qué esta gente no se muda al distrito de Kangbashi? La
respuesta es bien sencilla: porque no se lo pueden permitir.
¿Para qué construir entonces la nueva Ordos, el distrito de
Kangbashi? Quizás hace unos años se podía ver como un símbolo del poder, de la
riqueza. Hoy no es más que otro ejemplo de la decadencia del capitalismo, de la soberbia del ser humano que está destruyendo el planeta y su propia
civilización y no es capaz de rectificar.
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